Por Miguel Ángel Garoli
Don Ricardo Ahued Bardahuil es un buen hombre, pero lo envolvió el velo de la política de Morena y eso lo ha mermado en su imagen. Ya no es el mismo que conocimos hace 10 años, todo cambió.
No hay una investigación metodológica, pero al ser postulado por ese partido ahora tiene menos votos que si hubiera optado por la candidatura independiente, solamente es cuestión de ver los comentarios en las redes sociales y lamentablemente no son como muchos pensaron, las opiniones son encontradas pero las negativas son más todavía.
Cuál es el riesgo para el conocido empresario, pues que pierda un municipio que legítimamente ganó hace 15 años, porque ahora ha sido impuesto y eso no ha sido bien visto por muchos ciudadanos, pero además, se quieren aprovechar de su capital político para ganar algo que definitivamente estaba perdido para Morena, hasta el viernes pasado.
Quienes dicen que al llegar a la presidencia municipal le van a cerrar la llave de los recursos financieros para hacerlo quedar mal, no andan tan equivocados, porque en política todo es posible; los amigos son de mentiras y los enemigos de verdad.
De llegar a suceder esa situación, bien sabemos que Ricardo Ahued no se va a quedar callado y va a elevar la voz hasta donde tiene que llegar para que lo escuchen, lo que podría traer consecuencias negativas para todos los actores políticos.
Dicen algunos analistas que lo quieren exhibir para eliminarlo en automático para el 2024 y dar paso a una mujer que pretende ser gobernadora del estado de Veracruz.
Un buen discurso de Ahued Bardahuil va a ser la advertencia de que, lo que encuentre mal en la administración municipal que saldrá el 30 de noviembre, lo denunciará y exigirá que se proceda hasta sus últimas consecuencias, en contra de él o de los responsables, como Hipólito Rodríguez Herrero.
El señor de los plásticos es exigente, responsable y no se anda por las ramas, así es que esa sería una de las fórmulas para re posicionarse con ese público que tanto lo admira.
No creo que entre sus compromisos esté ese de aguantar callado, ante las anomalías que seguramente son muchas, las que se encuentran en los archivos de ese palacio municipal.